lunes, 27 de junio de 2011

Belleza, inteligencia e indolencia, según Zeno

En mis sueños la embellecí incluso físicamente antes de entregarla a otros. En realidad, en mi vida corrí tras muchas mujeres y muchas de ellas se dejaron alcanzar. En el sueño las alcancé a todas. Por supuesto, no las embellezco alterando sus facciones, si no que hago como un amigo mío, pintor delicadísimo, que, cuando retrata a las mujeres bellas, piensa intensamente en alguna cosa bella: por ejemplo, en la porcelana muy fina. Es un sueño peligroso, porque puede conferir nuevo poder a las mujeres con las que se sueña y que, al volver a verlas en la realidad, conservan algo de la fruta, las flores y la porcelana con que se las ha vestido.

 
Un hombre puede tener la sensación de tener una inteligencia poderosísima, aunque esta no dé otra señal de sí que esa intensa sensación.


Yo era bastante culto, pues había pasado por dos facultades universitaria y también por mi larga indolencia de años, que considero muy instructiva.

Italo Svevo

Italo Svevo. La conciencia de Zeno

No hay comentarios: